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<<En la imagen, el Barrio Obrero de La Victoria





I. Sociedad y economía.


• El inicio y el fin del periodo está marcado por las dos guerras mundiales que repercutieron de una manera muy distinta en Latinoamérica: demanda de minerales y combustibles .

• Convergencia de los componenetes de la modernidad: Capitalismo, Industrialización y desarrollo de los derechos humanos.

• Leguía lidera la penetración del capital norteamericano, modernizando los mecanismos de la dependencia. Difusión del american way of life como paradigma de consumo, actitudes y gustos a través de las revistas, la radio y el cine.

• Ambigua política populista: admite concesiones a los movimientos indigenista y popular, pero de otro lado adopta la "Conscripción vial", rezago feudal que perjudica a los indígenas.

• El Perú como problema: las reflexiones e ideólogos más significativos del siglo XX, Mariátegui, Haya de la Torre, Víctor Andrés Belaúnde, José de la Riva Agüero.

• El crash de la Bolsa de Nueva York, tendrá un impacto significativo en lo político, social y económico: inestabilidad e intolerancia.


II. Ciudad y territorio.


• El ferrocarril será reemplazado por el automotor y se privilegiará la construcción de vías terrestres, 20,000 kilómetros mediante la Ley de Conscripción vial.

• Se avanza la construcción de la carretera Panamericana, consolidándose la integración del eje costero, en el centro y el sur los dos ejes transversales se consolidan por la actividad minera y comercial respectivamente.

• Procesos de expansión y cambio en las principales ciudades: Arequipa, Trujillo, Piura y Cuzco, predominando el urbanismo figurativo.

• Tumbes y su efímero esplendor alrededor de la producción agrícola (tabaco y plátano) configurará su mejor momento a través de un urbanismo de matriz orgánica-pragmática.

• Chiclayo, con una traza geométrica regular con un tejido y trama urbana densos, desarrollan en este periodo un variado y pintoresco historicismo, junto a un respetable conjunto de art déco.

• La Oroya en el centro y al finalizar el periodo, el inicio de la construcción de Talara simbolizan el desarrollo de los centros urbanos ligados a la producción y la dosis de Modernización que ellos representan, en particular el segundo, sin duda la primera ciudad moderna del país. Paralelamente, los ingenios azucareros planificados tienen aquí su periodo terminal, mientras las construcciones para la industria reflejarán la ambigua situación de optimismo pero también de precariedad.

• Como Federico Elguera -importante Alcalde de Lima-, Augusto B. Leguía será el principal promotor de los cambios en la ciudad, aprovechando las simbólicas fechas del Centenario de la Independencia y la Batalla de Ayacucho.

• Lima consolida así los ejes viales del periodo anterior con la construcción de la Avenida Leguía (Arequipa) activando un irracional proceso de urbanización, cuyo paradigma será el suburbio norteamericano y su proyección tipológica: la villa y el chalet.

• A nivel del diseño urbano, crisis definitiva del espacio continuo, el alineamiento y el perfil urbano regular y sin grandes constrastes. En el centro limeño se lleva a cabo la tercerización que sustituye edificios, usos y modifica dimensiones, escala y proporción de las calles. En los nuevos suburbios los lotes desarrollan retiros, sobre los que se levantan pintorescas viviendas de variados estilos y morfologías.

• Relevante la visión higienista que aparece, en particular alrededor del tema de la vivienda popular, que por vez primera y de manera contundente, valorará el suburbio con la urbanización nueva como paradigma, en desmedro del tradicional casco histórico.

• Se consolida de manera muy evidente la influencia del urbanismo norteamericano del suburbio de baja densidad, con trazado orgánico o geométrico. La Av. Arequipa, la Av. Salaverry, la Urbanización Country Club en Lima, y la urbanización Selva Alegre en Arequipa son buenos ejemplos.



III. La Arquitectura.


1. Tipología.

• Aparición del equipamiento urbano: el comedor popular, la posta, la escuela, el mercado etc. vinculado al proceso de democratización de la sociedad.

• Pero de manera muy especial el tema de la vivienda, debatido en el periodo anterior, entra en éste al de las realizaciones: los Barrios Obreros de la Beneficencia Pública y las obras de la Junta Pro Desocupados.

• El tipo en cuanto esencia del objeto arquitectónico, desarrolla en este periodo el mismo repertorio academicista.

• Se anuncian sin embargo algunos ajustes provenientes de un sinceramiento en la relación interior-exterior. El gusto pintoresquista abundante en la vivienda, la mayor atención a los aspectos funcionales, el uso más libre de las estructuras en concreto armado y la conciencia sobre el valor del espacio, se agregan como motivos del cambio tipológico.



2. Morfología.

• Coexisten la rigidez del academicismo con las nuevas versiones volumétricas más libres propiciadas por el pintoresquismo, en la vivienda de los sectores dominantes.
• Los objetos arquitectónicos tienden a singularizarse, proyectando el protagonismo del individualista. Se produce la disolución del espacio continuo, la ruptura del alinemaiento y el perfil urbano continuo, abriendo la posibilidad del caos en la ciudad.
• Remarcable la influencia de cierta estética maquinista por medio de las formas dinámicas del buque y su imaginería visual (ventanas circulares, barandas metálicas), así como el aprecio por la abstracción y geometrización característica del art déco.
• Estilísticamente se multiplican las opciones:
a. Historicismo y eclecticismo internacional (academicista o pintoresquista).
b. Lo que Augusto Ortiz de Zevallos denomina Historicismo peruanista: Neocolonial, Neoprehispánico, Neoperuano y Andino, establecidas a lo largo de tres etapas distintas en intensidad, contenido y método (inicial 1911-1920, consolidación 1920-1935, moderno 1935-50).
c. La modernidad como estilo: Art déco y estilo buque.

• Lo que García Bryce denomina como "Transición" no constituye propiamente un estilo, sino mas bien la aplicación de una estrategia proyectual -el academicismo-, al estilo moderno.

• Todos estos estilos son usados desprejuiciadamente por los arquitectos, de acuerdo a condicionamientos diversos: el tema, su ubicación, la demanda del cliente o el presupuesto.



3. Tecnología.

• Se inicia la construcción de los edificios en altura (más de tres pisos), planteándose procedimientos más actualizados mientras la expresión está atada todavía a los principios academicistas como la axialidad, simetría, la jerarquía, frontalidad, los ritmos continuos y la presencia de la decoración.

• En este periodo, los nuevos materiales (cemento, concreto, fierro, vidrio, cuarzo, losetas), tenderán a generalizarse en la Lima urbana.

• No hay sin embargo una adecuada correspondencia entre material, tecnología y expresión, salvo en la arquitectura buque, donde el vidrio, el fierro y el concreto exhiben ostentosamente su performance.

• Pérdida de importancia que la madera tuvo en otros periodos. Eso va a repercutir notablemente en la expresión de los exteriores, cada vez más "industriales".

• Son los inicios de la construcción moderna, sea a nivel organizativo (presupuestos, control de obra, empresas constructoras, proveedores), como técnico (herramientas, profesionales especialistas, performance del edificio).

• El paso entre los treinta y cuarenta permite detectar una mayor preocupación por la calidad en la iluminación y ventilación de los ambientes principales, así como en la visión higienista de la ciudad y la arquitectura.



4. Ideología.

• Este periodo configura de manera clara la abierta contradicción entre la permanencia representada por el mantenimiento de la tradición arquitectónica y el cambio, motivado por la apabullante influencia y prestigio de las nuevas formas mostradas a través de distintos medios como expresiones de la modernidad.

• A pesar que no puede hablarse de una fuerte tradición dogmática academicista puesta en crisis, se trata de un periodo donde una ambigua pluralidad traduce la penetración más de las formas que de las ideas modernas. Domina ampliamente la idea de la arquitectura de estilo.

• La penetración de la influencia americana será rápida, expresándose claramente en este periodo a través de medios eficaces (el poder público, los nuevos y masivos medios de comunicación y muy en especial el cine), traduciéndose en el diseño urbano de los suburbios y en la arquitectura "californiana" o "mission style", preludio activador del neo colonial.

• Será también notoria la influencia de las revoluciones mexicana y socialista que se traducirán en campo arquitectónico en el neo prehispánico pro indigenista, o en el populismo de la "vivienda obrera" y los "comedores populares".

• Puede entonces decirse que mientras la sociedad amplía y diversifica sus horizontes ideológicos -desde el neoconservadurismo, hasta el socialismo-, en campo arquitectónico las ideas ancladas a la tradición académica prevalecen, esta vez acompañadas por un romanticismo pintoresquista y nacionalista más auténtico y legítimo luego -inducido primero por el indigenismo y el californiano-, al punto de sintetizarse con la propia arquitectura moderna.

• Es evidente también la mayor importancia que tienen las ideas sobre la eficiencia, la racionalidad, así como la expresividad geométrica, abstracta e industrial, antecedente de la estética moderna.


5. La Arquitectura como institución.

• Al interior de la Escuela Nacional de Ingenieros, en la ya creada Sección de Arquitectura conviven el enfoque positivista volcado hacia la construcción, junto con el enfoque tipo Beaux Arts, representado de un lado por Héctor Velarde y la visión oficial de la Escuela, y por otro lado Ricardo Malachowski y Rafael Marquina. Es evidente que la reforma de 1930 responde a la afirmación de la identidad del Arquitecto frente al Ingeniero, pero no sólo en término de sus competencias profesionales, sino en la concepción misma de la Arquitectura.

• La evidente modernización de la arquitectura pasa por el reconocimiento del rol del diseño y la construcción en el ámbito de la obra pública, y en los sectores modernizados de la obra privada. Son para esos sectores que trabajará este nuevo sector profesional en proceso de reconocimiento. La fundación en 1937 -luego de un intento fallido- de la Sociedad de Arquitectos, refleja pues el reconocimiento social y profesional.

• Es muy difícil encontrar en los dos últimos siglos un momento como éste en el que los medios masivos de difusión se ocuparan tanto de la ciudad y la arquitectura. Hasta el crack de 1929 una decena de revistas de circulación masiva tenían secciones dedicadas a estos campos ("Variedades", "Mundial", "Ciudad y Campo", "CADELP", "Ilustración Peruana", etc.).

• La conciencia arquitectónica se afirma a través del ya mencionado desarrollo de la identidad social y profesional del arquitecto, y también en la ideología romanticista peruanista; en las publicaciones de Alejandro Deustua y Héctor Velarde sobre la Arquitectura -donde se expresan la coexistencia de la visión tradicional y moderna- en el surgimiento de la crítica arquitectónica -la de los diletantes y la otra, la de los arquitectos como Velarde y Harth Terré-, de los historiadores, de los premios municipales de arquitectura, y los inicios de la conservación del patrimonio monumental.


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