El Portal Peruano de Arquitectura
 
     

<< REGRESAR A PÁG ÍNDICE










Iglesia Nuestra Señora de Lobatón - Lince














Iglesia de Sechura - Piura


Por: Arq. José García Bryce


Charla introductoria del Arquitecto José García Bryce en el Seminario sobre Arquitectura Religiosa Moderna, realizado el 28 y 29 de Abril en el Museo Pedro de Osma.


En Occidente, hasta el siglo XVIII existió continuidad y consistencia en la expresión de lo religioso en la arquitectura. La Arquitectura de las iglesias por lo general no era la invención de diseñadores o constructores individuales. Era una arquitectura que tenía su sólido soporte en formas estructurales y ornamentales que eran el producto de una evolución de siglos, extraordinariamente rica y densa. Formas que mediante la iconografía y el simbolismo trasmitían objetivamente el mensaje bíblico y doctrinal de la Iglesia.

Distintos aspectos de la fe, de los contenidos religiosos, se asentaron en las diferentes épocas históricas. Los comienzos del Cristianismo, Bizancio y la Edad Media occidental, la edad moderna que se identificó con el Renacimiento y su secuela, incluida la expansión en América desde el siglo XVI, tuvieron cada uno su manera de expresar los valores religiosos, poniendo el acento en esto o en aquello, pero en todos ellos el proceso de expresión en las artes de estos valores era un acto que llamaré positivo, afirmativo y, sobre todo, claramente definido, on esa característica que señalé antes.

El antiguo orden de valores, sin embargo, no podía mantenerse indefinidamente. El espíritu moderno, que en Occidente comenzó a preponderar a partir del siglo XVIII, creó maneras de ver el mundo y de entender y sentir la realidad que alteraron profundamente el proceso de expresión de los antiguos tiempos y exigieron nuevos planteamientos para la transformación del mensaje religioso por medio de los artes y de la arquitectura.

Desde principios del siglo XX la búsqueda de caminos nuevos para la expresión de lo religioso y la comunicación del mensaje de la Iglesia en la arquitectura, se ha orientado más hacia lo inasible y lo subjetivo. Esto ha sucedido porque las antiguas modalidades de expresión con sus repertorios de formas sancionadas por la tradición han dejado de estar dotadas de vida propia.

Encuentro sin embargo que una arquitectura religiosa, uno de cuyos principales fundamentos es la experiencia subjetiva o personal de lo religioso o de lo místico, no posee la solidez conceptual que tenía el antiguo sistema. Puede generar obras de gran belleza, pero consistentes sólo dentro de ciertos límites, precisamente por su naturaleza personal y subjetiva. Esto nos hace tal vez pensar que lo que necesitamos es encontrar una nueva universalidad, comparable a la que perduró en ese pasado que he evocado, pero encontrarla dentro de nuestros términos o parámetros y para nuestra época ¡una época tan compleja, tan inédita!.

Esto nos permitiría, a partir de nuestra actual situación de cuestionamiento, dar un paso adelante para arribar a un territorio mas firme.

En lo que resta de mi intervención simplemente me limitaré a mostrar unos dibujos y unas obras que no creo que hayan alcanzado de ninguna manera la meta que he esbozado.

Los dibujos son simples ideas o divagaciones en las que hay cierto diálogo con el pasado. Las obras se centran más en resolver son simplicidad y si alardes el problema de hermanar construcción, forma y carácter religioso.

A manera de introducción, mostraré unas obras de la antigua tradición, que evocan lo que dije al principio, pero sin la intención de provocar nostalgia.


  REGRESAR ARRIBA